Tras la visita rápida a Mandalay, me embarqué en el “Sanctuary Ananda”, un barco colonial de lujo, en el que conocí los pueblos menos visitados de Myanmar, la antigua Birmania.
En el barco, que sólo podia hacer este recorrido en época de monzón, teníamos a uno de los mejores cocineros de Myanmar (que había sido chef en el Mandarin Oriental de Bangkok). El nos deleitó con los mejores platos de comida birmana y tailandesa cada día. Tuvimos actividades a bordo, para conocer la cultura birmana como por ejemplo como enseñarnos a colocarnos el LONGHI o falda birmana (la llevan todos los hombres y mujeres), o como se aplica el thanaka (crema amarilla que sale de un árbol y que llevan en la cara la mayor parte de los lugareños). No faltaron las clases de cocina local, ni las películas sobre el país, para impregnarnos del todo en la cultura birmana.
En Monywa, me encantó la Thanboddhay pagoda, repleta de Buddhas pequeños y decorada en rosa y dorado. También allí, visitamos el Bodhi Tataung, el segundo Buddha más grande del mundo. En Maukkadaw, revolucionamos una escuela de niños con nuestra visita y también visitamos un monasterio y una stuppa (nombre que se les da a las pagodas que no tienen entrada y que es una estructura sólida en forma campana). Kalewa, Makleik y Sitthaung, fueron algunos de los pueblos con más encanto que tuvimos la suerte de conocer.
Tuve la oportunidad de ver unos de los paisajes más bellos que he visto en mi vida, durante nuestro recorrido por el rio Ayerwady y Chindwin. Paisajes a los que dedicaré un post entero, porque no os podéis ni imaginar lo impresionantes que son y como van cambiando según avanzas por el rio. También disfruté de la calidez de sus gentes en cada excursión que hacíamos. Nos acogieron con mucho cariño y en las aldeas y ciudades y como anécdota curiosa, nos pedían hacerse una foto con nosotros emocionados (creo que no suelen ver muchos europeos), cuando la emocionada era yo por hacerme una foto con ellos.
Durante los ocho días no paro de llover, solo alguna hora nos daba descanso y no vimos apenas el sol. En Phaung Pyin, hice una foto a un niño que sorteaba como podía el viento y la tremenda lluvia que nos caía encima (creo que es una de las mejores fotos que he hecho en mi vida). Sin saberlo, esa, fue una instantánea, que presagiaba lo que nos venia encima. Ocho días sin señal ni wifi, hasta que por fin, tuvimos señal, y entonces, el capitán del barco nos reunió, para decirnos que en una hora teníamos que evacuar el barco porque era peligroso seguir navegando.
El ciclón KOMEN, estaba sobre nosotros y todas las aldeas y pueblecitos que habíamos visitado, estaban completamente anegados por el rio. Además, los grandes remolinos del rio Chidwin, debido a las inundaciones y tremendas corrientes, hacían peligrar nuestra seguridad. Así que nos evacuaron corriendo, a otro barco más pequeño, rumbo de nuevo a Monywa, donde vimos una realidad de la que no habíamos sido conscientes hasta ese dia; el país estaba en estado de emergencia nacional.
A pesar de esto, nos recibieron, con tremenda sonrisa y ayudándonos en todo, cuando estaban pasándolo fatal y no éramos nosotros los que estábamos en una situación mala, sino ellos, que se habían quedado sin nada. Lo mejor de todo, la lección total de humanidad y generosidad que nos demostraron sus gentes, que sin perder la sonrisa, agradecían nuestra visita, como si el desastre natural no estuviera ocurriendo. Cuando nos enteramos de lo que sucedía, la situación era que doce de sus catorce provincias estaban anegadas por el agua.
El ciclón finalmente, fue hacia otra dirección pero ha quedado la mayor parte del país anegado y siguen sufriendo el desastre. 🙁
Nosotros fuimos hacia Bagan, último destino del viaje por Myanmar y una de las ciudades con más magia que he visto jamás.
Gracias a Santuary Retreats y sobre todo, a Plenia Travel Group, por solucionarnos todos los problemas. Es muy importante estar tan respaldada y me dio mucha seguridad!
En mi próximo post sobre el viaje por Asia, os contaré mi visita a Bagan!!
VIAJE A ASIA: Plenia Travel Group
Fotos: Monica de Tomás